miércoles, 26 de junio de 2019

Recomendaciones

Recomendaciones para la escoliosis



Fortalecer la espalda para mejorar la escoliosis

En primer lugar nos vamos a detener en lo importante que es fortalecer la zona afectada para evitar que la escoliosis aumente y que nos dé más problemas a largo plazo. Para ello el ejercicio físico será un perfecto aliado, sobre todo en lo que a fortalecimiento muscular se refiere. Para ello tenemos diferentes alternativas. Una es la ejecución de ejercicios con cargas que nos ayudarán a fortalecer los músculos que sustentan la columna vertebral y que permitirán mantenerla en su posición evitando que nos duela.

La natación es otro tipo de actividad que nos ayudará a conseguir aliviar tensiones de la espalda, ya que durante todo el ejercicio lo que haremos será mantener el cuerpo totalmente estirado.



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viernes, 14 de junio de 2019

Tratamiento

Tratamiento 
La mayoría de los niños con escoliosis tienen una leve curvatura y, probablemente, no necesiten tratarse con un dispositivo de inmovilización o cirugía. Los niños con escoliosis leve podrían necesitar chequeos cada cuatro o seis meses para ver si tuvieron cambios en la curvatura de la columna vertebral.
Aunque existan pautas para las curvaturas leves, moderadas y graves, la decisión de comenzar un tratamiento siempre se toma según el caso en particular. Los factores que deben considerarse son los siguientes:
  • Sexo. Las niñas tienen mucho más riesgo de que progrese la enfermedad, con respecto a los niños.
  • Gravedad de la curvatura. Es más probable que las curvaturas más pronunciadas empeoren con el paso del tiempo.
  • Patrón de curvatura. Las curvaturas dobles, también conocidas como «curvaturas con forma de S», tienden a empeorar con mayor frecuencia que las curvaturas con forma de C.
  • Ubicación de la curvatura. Las curvaturas ubicadas en el centro (región torácica) de la columna vertebral empeoran con mayor frecuencia que aquellas ubicadas en la parte superior o inferior de la columna vertebral.
  • Madurez. Si los huesos de un niño han dejado de crecer, el riesgo de que progrese la curvatura es bajo. Esto también significa que los dispositivos de inmovilización tienen mayor efecto en los niños cuyos huesos aún están en crecimiento.

Diagnóstico

Diagnóstico 

Al principio, el médico realiza una historia clínica detallada y es posible que haga preguntas sobre su crecimiento reciente. Durante la exploración física, el médico podría pedirle a tu hijo que se ponga de pie y luego se agache desde la cintura, dejando los brazos sueltos, para ver si un lado de la caja torácica es más prominente que el otro.
El médico también puede realizar un examen neurológico para determinar lo siguiente:
  • Debilidad muscular
  • Entumecimiento
  • Reflejos anormales

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Las radiografías simples pueden confirmar el diagnóstico de escoliosis y revelar la gravedad de la curvatura de la columna vertebral. Si un médico sospecha que una enfermedad no diagnosticada, como un tumor, es la causante de la escoliosis, este podría recomendar pruebas de diagnóstico por imágenes adicionales, como una resonancia magnética.






Sintomatologia

Sintomatología 

Los signos y síntomas de la escoliosis pueden ser:
  • Hombros desparejos
  • Un omóplato que parece más prominente que el otro
  • Cintura despareja
  • Un lado de la cadera es más alto que el otro
Si la curvatura producida por la escoliosis empeora, la columna vertebral también rotará o girará, además de encorvarse de un lado a otro. Esto hace que las costillas de un lado del cuerpo sobresalgan más de un lado que del otro.





Etiología de la escoliosis

Etiología 

En el origen de la escoliosis, se encuentran tres categorías principales: 



1. Neuromuscular. En ésta, la deformidad de la escoliosis ocurre en pacientes con patologías de origen neurológico o musculoesquelético, tales como en el mielomenigocele, la distrofia muscular, la parálisis cerebral, distrofias musculares o asimetría en la longitud de las extremidades pélvicas. En estos casos debemos recordar que la mayoría de las personas presentamos asimetría en la longitud de las extremidades pélvicas, principalmente de menos de 1 cm, lo cual no influye en desarrollar una escoliosis. Y cuando ésta se desarrolla, la asimetría generalmente es mayor de dos centímetros. La presencia de escoliosis de origen neuromuscular es el resultado de un desbalance muscular y la consecuente pérdida del control del tronco. En este tipo de escoliosis se pueden encontrar curvas estructuradas y no estructuradas. La escoliosis no estructurada no tiene un componente rotacional en estos casos y puede estar relacionada a vicios posturales de los adolescentes, a diferencia de más de dos centímetros en la longitud de las extremidades, o con presencia de dolor (se le llama en estos casos escoliosis antálgica); se le puede encontrar en casos de infección pulmonar o empiema. En la mayoría de los casos de escoliosis neuromuscular, el paciente regularmente presenta otros síntomas de la enfermedad subyacente, que ayudan a esclarecer el diagnóstico.

2. Congénita. Este tipo de escoliosis es resultado de asimetría en el desarrollo de las vértebras, secundario a anomalías congénitas (hemivértebras, fallas de segmentación). Este tipo de escoliosis generalmente se manifiesta en niños pequeños o antes de la adolescencia.
3. Idiopática. Se define así una escoliosis donde no se encuentra una causa específica que explique el desarrollo de la deformidad. Regularmente es un diagnóstico de exclusión, es decir, cuando se han descartado otros orígenes de la patología. Este tipo de escoliosis se subdivide a su vez en tres categorías, basándonos en la edad en la que fue detectada la deformidad: • Infantil. De 0 a 3 años. • Juvenil. De 4 a 9 años. • Del adolescente. A partir de los 10 años. Las formas infantil y juvenil en ocasiones se toman en conjunto y se denominan «escoliosis idiopática de presentación temprana», en tanto que la escoliosis del adolescente es llamada «escoliosis idiopática de presentación tardía»; la escoliosis del adolescente es la forma más común de presentación, siendo de aproximadamente 80 a 85% de los casos.























Antecedentes históricos

Antecedentes históricos 

La palabra escoliosis deriva del griego «scolios», que significa curvatura. La escoliosis es una deformidad de la columna que se conoce desde tiempos remotos. El primero que la describió fue Hipócrates (460-370 a. C.) en su Corpus Hippocraticum, pero fue Galeno (131-201 d. C.) quien acuñó las palabras de sifosis, lordosis, y escoliosis. La definición actual de escoliosis nos dice que es una deformidad de la columna vertebral en tres dimensiones, en donde en el plano coronal excede de 10 grados y el desplazamiento lateral del cuerpo vertebral cruza la línea media y regularmente se acompaña de algún grado de rotación.  De acuerdo a esta definición, tenemos que aclarar algunos puntos. En primer lugar, la escoliosis no es un diagnóstico, ni una enfermedad en sí: es la descripción de una alteración estructural y, cuando mucho, se puede tomar como un signo, es decir, una manifestación objetiva, que podemos medir clínica y radiológicamente en la persona que la presenta. Y si en la medición en el plano coronal no excede los 10 grados, no debe recibir el nombre de escoliosis, sino de una asimetría de la columna vertebral que no tiene significado clínico.